"I'm like a flystrip for dysfunctional men...
Ok, la verdad es que se me cayeron los calzones (metafóricamente, porque estaba en el trabajo y eso se hubiera visto muy mal en mi evaluación de desempeño).
Terminamos en diciembre, donde le pedí de la manera más atenta que ya no me considerara parte de su vida, que tomara la parte de culpa que le tocaba por toda la situación, y que fuera leal con la persona que estaba eligiendo. Y que al elegirla de nuevo, estaba decidiendo, otra vez, que la quería como compañera de vida. Decidir, otra vez, teniendo la opción, que te quedas donde estás. En realidad a ese tipo de cosas no les puedes buscar mucho ángulo.
Me preguntó si además de mis tobillos sobre sus hombros le estaba retirando mi amistad... o sea, really?
Lo difícil es tomar la decisión, pero una vez hecho esto, con la cabeza fría, las cosas adquieren una claridad impresionante. Tienes que hacer el cierre, punto. Aunque cueste, aunque te acuerdes, aunque lo extrañes, aunque lo pienses, aunque por momentos quieras entrar al peligrosísimo jueguito de los hubieras.
Be a man and suck it up.
Todavía hace como unos dos meses unos vecinos se mudaron, y la única persona que hubiera entendido por qué me dio tanta risa es él. Es lo malo de los chistes locales, siempre cabe la posibilidad de que se vuelvan eco.
Alguna vez escribí en Recolectivo que no entendía la prisa de la gente por olvidar. Esto es con calma corazones.
El caso es que ya estaba muy tranquis, tengo un gran sistema de soporte, y sobre todo me tengo a mi. La semana antepasada me estuve acordando mucho de él, por la fecha, tanto me acordé que lo soñé un martes, y al otro día veo un correo de él.
(Al parecer no he perdido ese don de invocar a los hombres de mi vida con el pensamiento).
La verdad es que la primera leída me provocó casi casi un brote psicótico. Casi. Luego lo lei otras diez veces, hice pausa para trabajar (ja) y antes de irme lo volví a leer. Como otras diez veces. Definitivamente pensó muy bien lo que me puso, y no puedo negar que hasta cierto punto me conoce. Supo exactamente cómo regresarme por un instante a ese momento.
Una parte, porque el resto del mail fue maldecirme a acordarme de él foreverandever... que no mame. Me puso también que si no contestaba, no me iba a volver a escribir, que no era amenaza, pero que quería que supiera que entendía y respetaba mi decisión... que no mame.
(De hechos sí le quería responder eso jajaja)
Total que no le contesté... porque como para qué ¿no?
Y a los dos días mandó un mail con su nuevo número telefónico a mis dos correos externos y a mi correo del trabajo. Y el día de mi cumpleaños me mandó uno de su correo del trabajo al mio.
¿No que no me iba a volver a escribir? ¬¬
Lo positivo de todo esto es que la verdad sea dicha, sí quería saber si me extrañaba tanto como yo en su momento lo extrañé a él (hey! Soy humana, ¿saben?). También me di cuenta de que todavía estoy un poco enojada por cómo terminó la situación cuando era tan sencillo decir las cosas y ya. Porque si no estuviera por lo menos un poco enojada, no me hubiera movido en lo absoluto. También me di cuenta de que finiquitar la relación fue, eso sí, una de mis buenas ideas.
Será que para mi las decisiones definitivas, son precisamente eso: definitivas. No es necedad, ni orgullo, ni esas mamadas a veces tan necesarias en la vida. Pero para eso decides qué es lo que quieres y lo que no.