jueves, julio 02, 2009

Cariño

No te quiero por siempre. Te quiero ahorita, no todo el tiempo, y sólo un poco:

lo necesario.


Te quiero en los cafés de la maquinita, en el bar de los viernes, en las pláticas de pasillo, en los mensajes a media reunión del otro lado de la mesa, en mi cama a escondidas entre semana, en mis tobillos que platican con tus hombros y se secretean con tus oídos.

Te quiero nada más por no perdérmelo.

Por no dejar.

Te quiero como usufructo, como uso, como servidumbre de paso, y hasta como habitación.

Te quiero como cuento con final, como medalla de guerra, como experiencia de vida, como anecdotario a futuro.

Como debilidad permitida porque tiene caducidad.

miércoles, julio 01, 2009

- ¿Cuántos hombres te han dejado en tu vida?
- Uno
- ¿Y si fueran dos?
- Pues entonces serían dos corazón.