domingo, octubre 03, 2010

Amor

Estoy convencidisima de que lo que pasa es siempre lo mejor.

Y de que a esta vida venimos a que nos pasen cosas.

Y sobre todo, estoy absolutamente convencida de que quiero que todas las importantes me pasen contigo.

Porque lo increíble es tener la certeza que no te sucedí, sino que te encontré (sin saber siquiera que te estaba buscando).

Pierdo toda consistencia cada que te veo.

Eres tu. Lo sé.

lunes, julio 26, 2010

Los reyes magos también eran tres

Lo último que pasó por mi cabeza el día que te conocí fue que me fueran a dar tantas ganas de escribirle un cuento a tus lunares.

Podría escribirle un cuento a cada uno, imaginar una frase en específico, única y absolutamente mía para cada uno de ellos, empezando por el que tienes en el párpado derecho, siguiento con el que está entre tu ojo izquierdo y tu nariz... y así poco a poquito irlos contando, dibujando en mi cabeza para reencontrarlos en tu cuerpo de ida y en mi memoria de regreso... y de vuelta otra vez.

Porque pensar que te quiero es pensar en pedirle deseos a los lunares de tu espalda, a los tres que parecen cinturón, que son como tener seis años y muchas ganas de que te pasen cosas. Que son para contarles secretos y muchos cuentos, para platicarles veinte historias mientras tu te niegas a meterte en las cobijas.

Si pudiera escoger un lugar para guardarme en las mañanas en que no me da la gana levantarme, sería en esos tres, y es que no se me ocurre, justo ahora y en este instante, un lugar mejor que el costado derecho de tu espalda para ver pasar el mundo, para decidir que en lugar de salir a la rutina, al tráfico y al hoy, me quedo saltando de uno a otro, hasta saberme el diámetro justo y el ángulo exacto de inclinación.

Se me ocurren otras cosas, pero esas mejor te las escribo bajito cuando estés dormido, para poder dejártelas en trozos sobre post-its rosas con letra pequeñita abajo de tu teclado o adentro de tu cajón.

Otro día que me agarres sin miedo, te platico a dónde llevan las venas de tus brazos, y te invento de dónde vienen las que cruzan por tu cuello y hasta tu talón.

domingo, junio 06, 2010

Si les dejara un post-it en el parabrisas del coche

Al que siempre regresa en son de paz... Que el amor mueve montañas y supera distancias, que si lo dejas es romático y nauseabundamente cursi, y que el cuelgatunocuelgatu solamente funciona a los dieciséis.

Al de mi letra... Que la primera vez que te enamoras, no te sale bien porque no sabes, y por eso quieres de una manera torpe, desbordada, desordenada. Que para mi quererte fue por todos los ángulos didáctico, y por otros tantos doloroso. Que de los hombres de mi vida, sólo por ti cambié. Que fuiste tu solo todas mis primeras veces, y que esas primeras veces definieron en gran medida todo lo que hoy soy.

Al cuentista... Que existe el amor real, el de todos los días, el que te hace crecer, con todo lo que fuimos a pesar de lo que somos. Que las costumbres no son malas, que a veces simplemente te dejas de querer. Que te deseo todo lo mejor de esta vida, y que me da gusto saberte bien.

A mi Excariño... Que fuiste la pasión de mi vida, el I don't give a damn... que gire el mundo cariño, yamañanadiosdirá. Que con solo tocarme un hombro me temblaba todo el cuerpo. Que que bueno que no me perdí quererte, y que mejor que ya no estás.

Se los dejaría en uno rosa, con tinta negra,
a puras mayúsculas y con adecuada puntuación.

sábado, mayo 29, 2010

Me gusta contestar a las felicitaciones inesperadas de cumpleaños, y que me contesten de vuelta ja

¿Enviudar? Para nada. Casarme tampoco...

¿No se supone que nos casaríamos tu y yo?

También los hay que regresan en son de paz :)

domingo, mayo 23, 2010

¡Bite me fuerzas superiores!

Estoy tan cansada de llegar antes/después a la vida de la gente.

Ya me voy a comprar un pinche reloj.

lunes, mayo 17, 2010

"I'm like a flystrip for dysfunctional men...

...but one of those really pretty floral scented ones”
La semana antepasada me escribió mi ExCariño. Y fue lo más equis que me ha sucedido en esta vida...

Ok, la verdad es que se me cayeron los calzones (metafóricamente, porque estaba en el trabajo y eso se hubiera visto muy mal en mi evaluación de desempeño).

Terminamos en diciembre, donde le pedí de la manera más atenta que ya no me considerara parte de su vida, que tomara la parte de culpa que le tocaba por toda la situación, y que fuera leal con la persona que estaba eligiendo. Y que al elegirla de nuevo, estaba decidiendo, otra vez, que la quería como compañera de vida. Decidir, otra vez, teniendo la opción, que te quedas donde estás. En realidad a ese tipo de cosas no les puedes buscar mucho ángulo.

Me preguntó si además de mis tobillos sobre sus hombros le estaba retirando mi amistad... o sea, really?

Lo difícil es tomar la decisión, pero una vez hecho esto, con la cabeza fría, las cosas adquieren una claridad impresionante. Tienes que hacer el cierre, punto. Aunque cueste, aunque te acuerdes, aunque lo extrañes, aunque lo pienses, aunque por momentos quieras entrar al peligrosísimo jueguito de los hubieras.

Be a man and suck it up.

Todavía hace como unos dos meses unos vecinos se mudaron, y la única persona que hubiera entendido por qué me dio tanta risa es él. Es lo malo de los chistes locales, siempre cabe la posibilidad de que se vuelvan eco.

Alguna vez escribí en Recolectivo que no entendía la prisa de la gente por olvidar. Esto es con calma corazones.

El caso es que ya estaba muy tranquis, tengo un gran sistema de soporte, y sobre todo me tengo a mi. La semana antepasada me estuve acordando mucho de él, por la fecha, tanto me acordé que lo soñé un martes, y al otro día veo un correo de él.

(Al parecer no he perdido ese don de invocar a los hombres de mi vida con el pensamiento).

La verdad es que la primera leída me provocó casi casi un brote psicótico. Casi. Luego lo lei otras diez veces, hice pausa para trabajar (ja) y antes de irme lo volví a leer. Como otras diez veces. Definitivamente pensó muy bien lo que me puso, y no puedo negar que hasta cierto punto me conoce. Supo exactamente cómo regresarme por un instante a ese momento.

Una parte, porque el resto del mail fue maldecirme a acordarme de él foreverandever... que no mame. Me puso también que si no contestaba, no me iba a volver a escribir, que no era amenaza, pero que quería que supiera que entendía y respetaba mi decisión... que no mame.

(De hechos sí le quería responder eso jajaja)

Total que no le contesté... porque como para qué ¿no?

Y a los dos días mandó un mail con su nuevo número telefónico a mis dos correos externos y a mi correo del trabajo. Y el día de mi cumpleaños me mandó uno de su correo del trabajo al mio.

¿No que no me iba a volver a escribir? ¬¬

Lo positivo de todo esto es que la verdad sea dicha, sí quería saber si me extrañaba tanto como yo en su momento lo extrañé a él (hey! Soy humana, ¿saben?). También me di cuenta de que todavía estoy un poco enojada por cómo terminó la situación cuando era tan sencillo decir las cosas y ya. Porque si no estuviera por lo menos un poco enojada, no me hubiera movido en lo absoluto. También me di cuenta de que finiquitar la relación fue, eso sí, una de mis buenas ideas.

Será que para mi las decisiones definitivas, son precisamente eso: definitivas. No es necedad, ni orgullo, ni esas mamadas a veces tan necesarias en la vida. Pero para eso decides qué es lo que quieres y lo que no.

domingo, mayo 16, 2010

De que les da por reaparecer se me juntan todos

- ¿Te acuerdas cuando me dijiste que era un hombre atormentado?
- Sí, claro.
- Pues todavía me persiguen los recuerdos.
- jajaja Que pena me da tu caso corazón.

La verdad es que el día que le dije eso no pensé que le estuviera poniendo atención a otra cosa que no fueran mis piernas, ja.

sábado, mayo 15, 2010

Ayer fue mi cumpleaños. Fui muy felicitada, muy abrazada, muy feliz.

Fui muy besada también :)

28 y contando... a veces pienso en llegar a los 30 sin subirme a los tacones, pero de repente hace falta la visión panorámica para ver más allá.

lunes, abril 19, 2010

Buenas noches mundo, buenos días crisis de los treinta.

Ok, ok, exagero.

Soy super fan de los cumpleaños, en general, me gusta todo el rollo del pastel, y los regalos, y los abrazos. Me gusta celebrar a mis amigos, a mi familia, etc.

En unas semanas es el mio, y con eso comienza el efecto dominó con mis mejores amigas, porque cumplimos en escalerita. Supongo que como muchas mujeres de mi generación, cuando hacía los jueguitos de los papelitos, a esta edad me suponía casada, con hijos y camioneta, el teatrito completo vamos. No tengo nada de eso, pero tampoco ganas de. Eso sí, mis papás ya medio malviajan con nietos, y clases de karate, y coches cuando cumplan 16, pero hasta eso normal, sin sentido de urgencia.

Lo que sí me sucede cada cumpleaños es que me comienzo a acordar qué estaba haciendo un año antes... y en esta ocasión no fue nada bueno, ja. Pero de eso me voy a acordar cuando se me hayan terminado las ganas de que me pasen cosas, y ya solo las quiera contar.

Cuando comienzas a hacer cuentas, y a tu mejor amiga la conoces desde hace diez años, y estabas en la prepa... es que ya no eres tan joven, ja. Pero está bien. Las personas cambian, las relaciones cambian, y al final eres tan igual y tan lejana al año anterior.

Eso sí, es inevitable bromear sobre tus últimos veintialgos. O en palabras de mi ex, "No te enojes, porque cuando te enojas no te ves bonita, te ves treintona".

domingo, abril 04, 2010

Puente

- ¿Me mandaste alerta?
- Sí guey, ¿qué onda, dónde andas?
- Estoy en casa de mis papás guey, viendo la tele, ¿tú qué onda? ¿saliste?
- No, igual, también ando en casa de mis papás...
- jajajaja
- Como que ya nuestras vacaciones se han reducido a eso, a ir a visitar a los papás.
- No sé si eso indica madurez, nostalgia o falta de presupuesto.

sábado, abril 03, 2010

Piedritas

- ... so?
- No
- ¿Por?
- No puedo seguir remendando los huecos en hombres ajenos con pedazos de mi propio cuerpo.

martes, marzo 23, 2010

Heartbox

Les decía que tuve un domingo sumamente reflexivo.

Saben que odio los domingos infinitamente (aun quitando esa cuestión tan incómoda de que al otro día es lunes, y no porque trabaje, sino porque despertarse temprano es otra de esas cosas con las que comienzo a pensar que nunca estaré en paz).

Pero este domingo lo disfruté.

Los tres últimos meses a nivel emocional han sido desgastantes. Tenía años sin sentirme tan genuinamente triste. Y tenía más sin extrañar genuinamente a alguien.

Me cambié de casa, y con cada cosa mala que me pasaba me daban ganas de marcarle. El día que llegué y me quedé sin llaves afuera de mi casa, el día que choqué, el día que se me ponchó una llanta, el primer día que fui al trabajo y me perdí durante cuarenta minutos en un radio de diez cuadras. Cuando todo eso me pasó, quise contárselo.

Pero no.

Y sí, así de patético.

La verdad es esta: Comencé a pensar con el estómago y las cosas se me salieron de control. Me sentí tan pinche lista que perdí el piso y con eso las riendas de la situación.

Me enojé... y el que se enoja pierde.

Después de rasparme las rodillas y partirme la cara sin meter ni las manos, tuve mis cinco minutos de claridad.

Alguna vez le dije que él era de esos hombres a los que no les puede perdonar nada, porque perdonarles una significa perdonarles todas las demás. Sabe que tengo razón.

Decidí no forzar la situación, y es que sabesunacosadoygraciasalcielo Ya sabemos que el traje de mártir no me va; siempre me supe las reglas del juego, que esa relación me iba a joder la vida, y que iba a adorar con todo el cuerpo cada centímetro de su espalda.

Y que eso de que me cuenten la vida nada más no se hizo para mi.

Supongo que al final tuve mi cuento con final, de esos infinitamente tristes que tantas veces me contó otro hombre que quise.

La verdad sea dicha, no salí ni la mitad de raspada de lo que pude haber salido, ja.

lunes, marzo 15, 2010

Siempre he pensado que a esta vida venimos a que nos pasen cosas, muchas, muchísimas.
Hasta que me pasaste tu.