Buenas noches mundo, buenos días crisis de los treinta.
Ok, ok, exagero.
Soy super fan de los cumpleaños, en general, me gusta todo el rollo del pastel, y los regalos, y los abrazos. Me gusta celebrar a mis amigos, a mi familia, etc.
En unas semanas es el mio, y con eso comienza el efecto dominó con mis mejores amigas, porque cumplimos en escalerita. Supongo que como muchas mujeres de mi generación, cuando hacía los jueguitos de los papelitos, a esta edad me suponía casada, con hijos y camioneta, el teatrito completo vamos. No tengo nada de eso, pero tampoco ganas de. Eso sí, mis papás ya medio malviajan con nietos, y clases de karate, y coches cuando cumplan 16, pero hasta eso normal, sin sentido de urgencia.
Lo que sí me sucede cada cumpleaños es que me comienzo a acordar qué estaba haciendo un año antes... y en esta ocasión no fue nada bueno, ja. Pero de eso me voy a acordar cuando se me hayan terminado las ganas de que me pasen cosas, y ya solo las quiera contar.
Cuando comienzas a hacer cuentas, y a tu mejor amiga la conoces desde hace diez años, y estabas en la prepa... es que ya no eres tan joven, ja. Pero está bien. Las personas cambian, las relaciones cambian, y al final eres tan igual y tan lejana al año anterior.
Eso sí, es inevitable bromear sobre tus últimos veintialgos. O en palabras de mi ex, "No te enojes, porque cuando te enojas no te ves bonita, te ves treintona".