miércoles, febrero 27, 2008

5 años que no me emborrachaba con dolor, con puro tequila y con mariachi, a la manera tradicional.

El chiste del dolor es disfrutarlo, saborearlo, sentirlo, dejar que te invada, de otro forma no termina de salir.

Y no le hablé, merezco una medalla.

viernes, febrero 22, 2008

A las relaciones tienes que guardarles luto

... como a los muertos.

Estoy enfermísima... sí, otra vez, ja. Una compañera del trabajo me dijo que cuando uno está triste y no lo saca apropiadamente (supongo que berrerar cual adolescente histérica se puede considerar así por algunos puristas), el cuerpo responde y se enferma, así que mis hermosas y exacerbadísimas ojeras y mi cero sexy nariz roja son prueba irrefutable de la tristeza de mi alma*.

"¿Si crees?" con una sonrisa y volví a lo mio. Gente ideática -rolling eyes-.

Ya en mi casa, y dopada como estoy, pienso que si no puedo vestirme de negro el interior, bien puedo dejar que mi cuerpo se lamente por todo lo que lo extraño y que no voy a admitir.

Alguien me dijo "como si tuvieras una".

sábado, febrero 16, 2008

"... que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti

... la vida entera, por ti la vida entera, y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera".

Se acabaron los cuentos para mi. Después de dos años, por fin se acabaron y está bien, triste pero bien. Siempre he dicho que a veces el amor no es suficiente, y vivir en continua disputa-reconciliación termina por cansar. Cuando dejo ir a alguien (para lo cual soy increíblemente mala, incompetente casi casi) no deseo absolutamente nada, ni siquiera que le vaya mal. Pero sí espero que mi cuentista se haga una buena vida para él, y pienso mucho acerca de quien lo va a cuidar por mi. Quizá, con mucho tiempo de por medio, hasta podamos perdonarnos todo aquello por lo que nos dejamos, y ser amigos.

jajaja sí, yo sé.

Le dije que nos dejábamos en un buen momento, él asintió, y mientras lo abrazaba pensaba en su espalda que fue mi casa, y que dejaba de ser mia en lo que llegaba alguien más.

Mis besos favoritos son de despedida. Son los más humanos, los casi eternos. Los acompaña una tristeza que recorre tu columna, para avisarte desde adentro “ya me voy”. Tus últimos recuerdos, los “que tal si…”; eso lo escribí hace tres años que comencé con este blog, sin ninguna intención en específico, sin ninguna pretensión, siendo ante todo absolutamente mio. Esa es de las pocas cosas en mi vida que no han cambiado.

Me duele el corazón, se siente chistoso, como cosquillas, como un viejo amigo que tiene tiempo que no ves, y te recuerda tus mejores anécdotas y tus peores días también. Casi casi extrañaba la sensación.

Casi, ja.

lunes, febrero 04, 2008

Deeeeeee coloreeeeesssss

Me rodean anillos de compromisos, en todos los estilos, y ligados a todo tipo de relación, de cinco años, de cinco meses, con todo su rango intermedio.

Lo que me preocupa son todos los vestidos que me voy tener que comprar este año, sobre todo porque es de todos sabido que no puedes usar un vestido de noche más de una vez, al menos no con la misma audiencia.

Afortunadamente, el 80/20 de esas bodas no son de amigas tan cercanas, sólo lo suficiente como para que me inviten y de hecho me de gusto la felicidad ajena. Aunque la verdad sea dicha, a la última que fui casi casi -CASI- me dieron ganas de llorar, no sé si por la novia o por mi juventud perdida, ja.

Se acerca el 14 de febrero, fecha diseñada para vender ositos malvados, chocolates envenenados, y hacer sentir miserable al universo soltero. He decidido firmemente que al primero que llegue con paletita se la voy a clavar en el ojo, al fin que el rojo sangre es el color de la temporada.

Por supuesto, yo tengo mi plan antidesdicha, que involucra alcohol, a uno de mis ex sadistas de cajón y a mi osito vibrador, tan tierno y tan tan apropiado a la atmósfera de ternura tan presente en estos días.