jueves, octubre 04, 2007

Peer presure

- -... volví con él porque en ese momento mi vagina me hizo creer que lo amaba y que quería estar con él, o sea, si aprendiera a escucharme en lugar de escuchar a mi vagina me hubiera ahorrado toda su psicosis posterior.
- Suele suceder.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja! es una historia tan conocida para mí!!!....Pero ojo... después las psicosis se vuelven lapsus brutus a diario....

Saludos!

Bigmaud dijo...

Concluyo que las vaginas no son de confiar.

Grajeda dijo...

no te preocupes...


si nosotros le hiciéramos caso a nuestros penes siempre nadie trabajaria ni comeria no dormiria...

matkawa dijo...

Yo si le hago caso al mio...el problema es cuando el corazon lo aconseja...

Si el pene pensando solito es un chingon... el sabe que lo suyo es calentura... pero de repente el corazon sale con sus putadas romanticas y me lo descontrola..

Indigente Iletrado dijo...

Por eso mejor masturbarse en esos momentos en los que pensamos con la entrepierna. Así, el menos, no hay heridos.

Anónimo dijo...

qué pongo. qué jodidos pongo...
a... ya
hagámosle caso a nuestro sexo, que de el y unicamente de el es el reino de los cielos.

www.circuloefimero.blogspot.com

Anónimo dijo...

¡Claro, la historia de mi vida!