sábado, octubre 15, 2005

Cuestión de enfoque

Pos' resulta rebrinca y rebota mi adorado Auditorio (long time sin utlizar el rrr jeje) que ayer estaba yo comiendo con mi mami unas deliciosas enchiladas verdes y que me empieza a platicar mi mami de su día, que aquí entre nos siempre es igual: levantarse a las 7 para irse al club a su clase de spin, un rato de gimnasio, clase de tenis, nadar, vapor, arreglarse y desayunar con sus "amiguitas" jajaja eso hasta a ella le da risa porque nada más son unas conocidas con las que platica de trivialidades (no es que yo critique a mi mami, creo que ya le sufrió a eso de la barrida y la trapeada por mucho tiempo, y si de unos años para acá no tiene que mover un dedo, ¿quién la va a obligar? Ciertamente yo no. Además el día que se me ocurrió decirle que de qué se quejaba si no hacía nada todo el día me dejó de hablar como una semana, me lo merecía yo sé, una tiene esa época en que les contesta a los papás aunque sean tan lindos como los míos.
Total que lo que me llamó la atención es que las señoras estaban haciendo una "tanda", que pa' los que lo ignoran, funciona de la siguiente manera: cada quincena se da una cierta cantidad de dinero, y cuando sale "tu número" te dan la cantidad total de lo que vas a dar, aunque obviamente todavía no lo das todo, es como una forma de ahorrar sin que los esposos se enteren, no sé si me explico... la gente común la hace pa' ahorrar pa' Navidad, pa' los XV de la hija, hasta hay tandas de tupperware, de cobijas, o de avon, y así.
Oye Magdis ¿y de cuándo acá las señoras bien hacen tandas?
Es que esta es para poder operarse, ya ves que siempre hay algo que una se puede operar
Ahhmm
Wey!!! Ya decía yo que las señoras Miraflores* no podían ponerse a hacer tandas como los simples mortales! Por supuesto que tiene que ser por un asunto de indispensable importancia como una rinoplastia de emergencia o un tummy tuck. Y no es que yo critique la cirugía plástica, cada quién que haga de su grasa corporal un antiarrugas, pero es inevitable darse cuenta de cómo el mismo método se aplica para cuestiones aparentemente totalmente distintas, pero que a los ojos de cada quien son necesidades básicas. Mi única pregunta es: ¿que no es más fácil ir con el marido y decirle que requieren de unas nuevas bubis? Es decir, al final, él va a disfrutar los beneficios no? Y la respuesta a eso por supuesto es que no, porque a las mujeres les encanta hacerse la vida complicada.
*También llamadas "señoras Providencia" por Ricardo

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