Experiencia surreal

Ayer descubrí algo: La salsa no es lo mismo que la cumbia, ni siquiera se le parece (nota mental: no sé bailar salsa.)

Merezco una estatua: aguante una hora continua de reggeaton.

Fue una penitencia por el espectáculo mágico/cómico/musical que estaba a punto de presenciar, no no no, no saben, o sea, es como de qué me burlo? ¿de la música, de la ropa, de la actitud, del estilo de vida?

¿Por qué la gente le exige tanto a la lycra?

No es que una sea una sarcástica culera (o al revés), no, es que las circunstancias te obligan, es más pecado no disfrutar del espectáculo. Entre mi amiga y yo hicimos tantos acertadísimos y simpáticos comentarios que deberíamos de haber tenido una pared de ladrillos detrás de nosotras.

Eso sí, acomodaditas en la mesa. Desde ahí disfrutamos del concurso "Bailando por un pomo" Una belleza.

"Imagínate lo que hay del otro lado de este lugar de mala muerte, o sea, las maravillas que nos esperan allá"
"Lo sé nena... pero no estamos preparadas"

Ay demasiada felicidad para un solo día, demasiada.

Nada más no me pregunten cómo fui a dar ahí, fue el destino que me premió por ser tan maravillosa persona.

(Hoy es cumpleaños de Adrix, pasen a dejarle un abrazo)