Rojito

Pues como dicen, hablando se entiende la gente. Siempre he sabido que soy mala para las confrontaciones, prefiero evitarlas. Algún día lograré pelearme de manera que vuelen platos, servilletas, vasos, el mantel y el colchón. Me gustan las peleas en las que terminas agotada por la intensidad, en que el solo roce con la piel de la otra persona te produce escalofríos, en las que al escapársete una lágrima es detonante de una del otro lado, correpondiente a la tuya como imagen de espejo. No tengo muchas de esas, el domingo tuve una. Lo mío lo mío (como he puesto varias veces) es la negociación. Me rehuso a hacer escenas en público, muy trashy.

Ya estoy estúpida de nuevo, pero como de esa estupidez más consciente y elegida. Yo ya era parcialmente infeliz, como parcialmente feliz soy a veces. Nunca he entendido a la gente que no puede estar sola, tengo varias amigas de esas. Tanta dependencia me provoca arcadas. Por eso ya me vacuné, si ustedes quieren por mera congruencia. Próximamente una sorpresa inesperada en este blog.

Mi madre tiene muchas cosas buenas (aunque ya casi casi no podamos vivir juntas), no saqué casi ninguna, bueno, yo digo, tal vez estoy equivocada, pero eso sí, heredé la dermatitis, ja.

Karma Karma Karma.