Pues resulta, rebrinca y rebota que con eso de que mis papás no están me he dedicado a hacer vida de cuasiconcubinato, tanto me dice la gente eso de para cuándo la boda que se los voy a acabar cumpliendo.
¿Ah verdad? Que dijeron, pinche Maguita, ya te perdimos.
Pero no, no por el momento, no por mucho tiempo, no por muchas cosas, desde mi propia comodidad, pasando por mi inexcusable materialismo (inexcusable no de que no deba ser, sino de que no me disculpo por ser así), aquello de que siempre he sido dady's little girl, y por supuesto mi determinación a no depender de otro hombre cuando deje de depender de mi papá.
Además, afrontémoslo, no se ni cómo se agarra la escoba.
Sé cocinar, eso sí. Los postres me quedan bien ricos.
Igual dice el cuentista que no me saca de mi casa ahorita porque yo no puedo soportar la austeridad, y tiene razón. Que no me faltaría nada, pero que eso para mi no es suficiente, y tiene razón.
Podría salirme de mi casa hoy, no para irme con él sino para irme sola, y vivir "decentemente"... si tan sólo eso de "decentemente" no me sonara tan depresivo.
En fin, unas de cal...
De cualquier modo, como apunté arriba, no busco un hombre que me mantenga, es más, primero me corto un dedo que ser la mantenida de alguien, pero sí necesito saber que PODRÍA, aunque no lo permita, pero estar segura de que PODRÍA darme todas aquellas cosas a las que estoy acostumbrada, sin que lo haga, sólo estar segura de la posibilidad.
Ya nos lo dijo mi mamá alguna vez: "Estudien mucho hijas, trabajen mucho, para que nunca sean las mantenidas de alguien, para que el día que algo no les parezca puedan agarrar sus cosas e irse sin miedo, para que no tengan que andarle pidiendo al marido dinero para irse a comprar cualquier cosa que se les antoje".
Tampoco es que les salga yo con feminismo barato, es mero sentido práctico.
De todos modos, no puedo casarme hasta que me tire a dos-tres personitas a las que les traigo muchas ganas. Ya me urge pelearme con mi novio, para no tener remordimientos. A veces tengo ideas sumamente mezquinas. La verdad, alguna vez lo he mencionado, nunca he sido una mujer infiel, no por el convencimiento de ser fiel (que se me hace una idea por demás obsoleta), sino porque me da flojera eso de andarme cuidando para no herir sentimientos ajenos.
Ya pues, no le soy infiel porque lo amo y uno no lastima a las personas que quiere, ya, punto, ahí está, zapéenme por favor, snif.
Que lo que no sabes no te puede hacer daño, ojos que no ven y todo eso... pues sí, pero yo lo sabría... jajajaja aaaaaa me dió tanta risa pensar que algo pueda causarme remordimientos jajaja. Chale.
Bueno ya, es por eso del párrafo anterior-anterior, que no pienso volver a repetir.
Con razón mis amigos de Sor Lili ya no me bajan, por algo siempre llega tanta gente a este blog buscando "cómo hacer rompope", búsqueda misteriosa que hoy ha aclarado su significado: era una señal que no supe ver, Blogger coludido con Google trataban de prevenirme, de prepararme, pero oh necedad humana, tragedia tragedia.
El fin antepasado que andábamos de gira artística en un pueblo burrero (porque ni a bicicletero llega) me querían dejar en un convento. Menos mal que mi cuentista me rescató, con todo y que le ha dado por decirme "Mujer de hojalata", por aquello de que no tengo corazón.
Eso sí, me dice que soy el diablo, como lo hace siempre el sadista en turno, cada uno en su momento y sin ponerse de acuerdo. Es como el cumplido involuntario y uniforme que a ninguno le ha faltado. Algo de verdad debe tener... supongo.
