Flojerita
Pues el que me gusta que no sabe que me gusta - ni lo sabrá - unos días me hace caso, otros días me ignora, otros días me habla o me manda mails nada más porque si, otros días me saluda tan indiferente. Por mi parte soy tan constante y uniforme, sin embargo, las sonrisas se me escapan, pero eso es inevitable en general y no en especial con él.
Si no fuera por el asunto ese de que no sabe - ni lo sabrá -, ya habría perdido el interés.
Aunque lo imagine tirándome sobre copiadoras y escritorios.
4 comentarios:
Chale y yo en la oficina...
Ya me diste ideas...
Gracias =)
MMM suena bien esa hazaña, voy enseguida con la secretaría jeje
Maguita...es la primera vez... que me decepcionas...creo que si eres real...
En las copiadoras y en los escritorios... todo un cliché...
No se... hoy no vi ese toque magico...de seduccion...
ja
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