domingo, septiembre 16, 2007

Nada más te digo una cosa corazón, no tienes ningún derecho a juzgarme, ni a juzgar lo que hago, ni cómo ni con quién.

Mañana no te quiero en mi puerta, con la cabeza agachada, y los ojos en el piso diciéndome todo lo que soy para ti.

(Y es que si eso te puede, y si es tan pero tan importante, no hay mucho que yo pueda hacer por ti).

2 comentarios:

Enigma dijo...

... claro, sincero, correcto y honesto; caray hay momentos en los que hay que ser asi aunque duela a los demas.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Indigente Iletrado dijo...

¡¿En lunes?!

¡O sea! Si lo hizo es un desquiciado. No hay otra forma de entenderlo en mi universo.

Las noches largas como un orgasmo al lado de una chica de paso (que como todos sabemos: 'no duraban, no dolían, te besaban y no preguntaban si las querías) son para hacerles poemas, canciones o si ya de plano eres muy pinche y no tienes imaginación, al menos deben servir sólo -y sólo eso- para presumirle a tus cuates que tampoco tienen imaginación.

¡No hay derecho!