jueves, enero 10, 2008

Hit me right between the eyes (8)

Recuerdo que hace un año escribí un post hermosísimo derramador de miel, bueno, no tan derramador porque yo no soy así.

Por supuesto, no podía durarme mucho, es como una maldición, o es que mi vocación por los patanes desgraciados relevados en lapsos frecuentes es genuina.

Total que habíamos quedado el cuentista y yo en dejarnos en paz el día que cumplíamos dos años de "relación" brrrr

Para variar, lo boté por irme con unos amigos, llegué tarde, me dio unas flores hermosas, no fuimos a cenar, celebramos de la maner más obvia y más adecuada al deseo de morirme que me viene con los días de tanto frío. Le pregunté si sí íbamos a terminar "Sí, como tu quieras". Cuando me dejó en mi casa me besó en la frente "¿Nos vemos mañana?" "Ajá"

Me agarró en mis cinco minutos... o será que me encanta la sensación de abandono que acompaña a cada uno de nuestros últimos intentos de seudoadiós.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Te encanta esa sensación?

Yo mataría por no volver a sentirla.

Me he enterado por allí que eres muy guapa... ¿cómo es que puedes tener una genuina vocación por lo patanes desgraciados?

Yo que tú... iba por David Beckham. Jajá.

Gerson Obrajero dijo...

Ta bien. Creo que en cualquier circunstancia hay que disfrutar de los beneficios!

En fin, todas las mujeres los prefieren patanes. Estoy a nada de ser como ellos jejejeje ;)

Besos mágicos!

Jorge I. Figueroa F. dijo...

en definitiva, a todos nos gusta la mala vida.

Indigente Iletrado dijo...

Que flojera, eh.

Yo también ando en mis cinco minutos.