Dicen que soy una pinche exagerada
Ayer me sacaron sangre, los malditos sádicos esos.
Alguna vez ya he contado que veo sangre o inyecciones y azoto, y el azoto es literal. La primera vez que me desamayé fue a los 6 años cuando me pusieron la vacuna contra el tétanos, con viaje astral y todo el rollo (neta recuerdo perfectamente que vi mi imagen en el suelo, a mi mamá y a la enfermera echándome aire... wooojooo).
Obviamente, esto suscita desde "ay pobrecita" hasta "no seas nena, si es un piquetito". Sí, yo sé que es un "piquetito", pero es algo más allá de mi. De unos años para acá medio lo controlo y ya no me desmayo, nada más sudo frío, me pongo pálida, y lloro, ja.
Sí, lloro... ¿y?
He azotado tantas veces tan pocamadre que quedan como anécdotas para la posteridad. Cuando me pusieron la vacuna del sarampión vi como me metían la agujita y todo el rollo, la maestra (que me amaba porque siempre fui la consen de los profes) me celebró que me había portado como una valiente (ey), di tres pasos y ¡sopas! Una vez me desmayé en una fiesta con todo y mi vestido pastelero de esos que me ponía mi mamá y se me vieron los calzones. Otra vez me desmayé a media clase para desconcierto de las monjas (ese día es el que peor me he pegado, porque me cai de lado y en seco, me quedó el oído super morado y me dolió por días) Ah, porque a todo esto no me desvanezco así de manera super classy de a poquito, noooo, caigo cual costal de papas. La única vez que no me fue tan mal fue un día que me salió sangre del oído (¿?), pero estaba junto a la cama de mis papás y no me pasó nada.
Ayer no me desamayé, nada más grité y lloré y sudé frío. De hecho el que saca las muestras se acuerda de mi del año pasado (no sé por qué), hasta me dijo que nunca me iba a olvidar y me regaló una paletita.
Tanto golpe y el universo me recompensa con dulces. Oh si, el perfecto equilibrio kármico.