Me quiere...muchopoquitonadaparanada...

Según uno de los incuestionables y científicamente comprobables tests de FB, me casaré a los 32 años. Es lo más deprimente que una red social me ha dicho desde... bueno desde siempre. No manchen, estoy HIPER atrasada, necesito trabajar en mi plan de negocios, crear e implementar toda una nueva estrategia para no quedarme a vestir santos, no no no seriously, me preocupa, me quita el sueño.

¿O será que FB se equivocó? ¿Será eso posible? Oh mi dios, ¡Oh no!

Total que a raíz de eso me acordé de que cuando era una niña pequeña que estudiaba en colegio de monjas, hacíamos muchos jueguitos relacionados a casarte, y con quién. Uno de los que más recuerdo era el de saltar la reata (sin albur, malpensados asquerosos) Dos de las hiperbitches en potencia sostenían la cuerda, una en cada lado, y contabas (en tu cabeza, obvio) unodostres... y entrabas y te comenzaban a cantar.

A, B, C, D, E... y con la letra que te equivocabas decías, o tus amiguis decían el nombre de alguien que te gustara, o de alguien horrible con quien no tenías nada que ver, o del niño que te jalaba la trenza y te robaba tu dona de pelo, porque OBVIO no vas a decir TÚ solita el nombre del que te gusta, o sea, suicidio social, hello!

Digamos... J... ¡Jorge!

Luego era "Jorge te quiere... mucho poquito nada para nada para esposa para novia para pura vacilada mucho poquito..." Y así. Según yo después si salía que para esposa te aventabas el de cuántos hijos ibas a tener, o algo así.

Lo que no te enseña saltar la cuerda, sino más adelante la vida, es que no necesitas equivocarte para sacar conclusiones apresuradas y que el puto de Jorge no te quiera para esposa, sino para pura vacilada... bastardo.

(Ahora que lo pienso, saltar la reata es sumamente sucio, y mis hijas nunca jugarán... además estando encerradas en una torre puede ser peligrosísimo).

Pero EL JUEGO por antonomasia era este:

No no no, really, se los juro, es más, si no lo jugaron, ustedes hombres (porque todas las mujeres que conozco lo hicieron) vieron a sus compañeritas entretenidísimas, y posiblemente CUCHICHEAR entre ellas como sólo las mujeres saben hacerlo, mezcla de jijiji con eresunpendejopitochicoquenosabe (¿qué? a esa edad no eran como talla extra, righ?).

Aquí tu decías a qué edad querías casarte, yo siempre decía 24, o sea.. ya bye =(

Luego ponías los nombres de los niños con los que te querías casar, o tu amiga ponía el del niño más feo, más o menos esa era la dinámica. Después podía variar, según recuerdo las más clásicas eran ¿cuántos hijos vas a tener? Aquí tenías que poner una, o dos opciones decentes, y luego mancharte con quince hijos, o diez. Después podías poner a dónde te vas a ir de luna de miel, o dónde vas a vivir. Aquí toooooooodo el mundo ponía de luna de miel París, y para vivir New York. Bien hecho educación católica clasemediera.

También un clásico era poner de qué color iba a ser tu vestido de novia. Blanco, rosa, negro, rojo... blanco, ja.

Luego venía la parte de a qué te ibas a dedicar cuando fueras grande, o a qué iba a dedicarse tu esposo. Todas queremos un esposo doctor, un esposo abogado, el término "esposo desempleado por la crisis económica" nunca figuró. En cuanto a ti, de pequeña yo quería ser maestra o presidente, una de dos, que no lo soy... ah pero tengo un blog, In your face life!

¿Cómo se decidía tu vida? ¡Fácil! Contabas unodostres sobre los cuadritos de tus life options... hasta la edad que habías puesto para casarte. Por ejemplo, en mi caso, el cuadrito que coincidía cuando contabas 24 lo tachabas, y así una y otra vez hasta que te quedabas con un solo cuadrito en cada categoría:

Mi vida de ensueño, snif

Lo curioso es que según recuerdo te lo tomabas very personal, tipo que tu vida acababa de ser definida por un lápiz del número 2 y sobre papel de cuadrícula grande. Siempre pasa que a tu mejor amiga y a ti les gusta el mismo, siempre, es un clásico de todos los tiempos que nunca muere, ¿cuántas amistades de AÑOS no se han ido al carajo por un cabrón? Pero no elucubremos los espíritus de las examigas golfas que nos robaron el novio, aquí el punto es que si a tu mejor amiga le salía que se iba a casar con el que a ti te gustaba, no decías nada, Ay qué padre amiga, y por dentro la gastritis que atribuyes a años de desayunarte un cigarro y un café negro comenzaba a formarse.

Había otro donde igual, ponías tres opciones, pero ibas doblando un papelito como acordeón. Aquí sí podías darle suela a tu morbosidad e incluir campos como "Con quién te va a engañar tu esposo" o "Con cuál se sus amigos lo vas a engañar tu" Divertísimo. Luego ibas preguntándole a la incauta "¿Uno dos o tres?" y te ibas muriendo de la risa con los resultados.

Después podías amenzar a tu amiga con ir a enseñárselo a Pablito, con quien aparentemente tendrá una luna de miel de ensueño en las bellas playas de Oaxtepec. Por cierto, tenía amigos que también querían que les hicieras el jueguito, y luego te decían "Tú, tú ponte para que te cases conmigo" o "A quién te pongo" "Ay no sé, a quién quieras" "Ay dimeee" "Quien sea, no me importa, ay ya, pues pon a Karla, equis" So sweet.

Yo por eso siempre llevo mi vestido de novia en la cajuela, just in case.