¡ESTATE QUIETO!
¿Alguna vez haz pensado en morirte? ¿Pero realmente en morirte? Alguna vez lo haz pensado, y te aterra, o no lo habías pensado, y de repente te preguntas. Vivo, vives, vivimos… la existencia es tan vaga, tan liviana. Un día hablas, después comes, y de repente la nada, y no eres nada, un cuerpo, o ceniza o polvo, sobre todo polvo.
Uno habría de morirse sólo por saber, por demostrar que este momento es, por probar que uno está. Dice el señor Sabines que “Morir es retirarse, hacerse a un lado, ocultarse un momento, estarse quieto… “ ¿Qué tan quieto?
Tan quieto que no te mueves, no palpitas, no respiras. Palpitar es el movimiento elemental, la mínima señal de que estás vivo. Pon una mano en tu pecho, y siéntete “palpitar”. Cuéntalos en susurros: uno, dos, tres, en tu cuello, cuatro, cinco, seis, desaparece un instante como una advertencia, después se regresa, y sigues aquí.
Respiro, respiras, respiramos, respiras. Mientras duermes palpitas y respiras (soñar es aparte) y me gusta que respires. Esta noche, cuando aquellos a quienes quieres duerman, acércate con cuidado, escúchalos respirar. Estás cerca, cuando inhalan te respiran, y si exhalan los respiras, y es un vaivén involuntario, simbiótico, voraz.
Nos vamos a morir, eso es un hecho. Te vas a morir, algún día, pero ese momento para ti ya no importa, porque lo peor es para los otros (siempre sufren más los que se quedan). Ya en la caja o en la urnita no te muevas, pero mientras come, suda, ríe, muerde, llora y tiembla, no te estés quieto, ni un momento quieto… todavía no.
Uno habría de morirse sólo por saber, por demostrar que este momento es, por probar que uno está. Dice el señor Sabines que “Morir es retirarse, hacerse a un lado, ocultarse un momento, estarse quieto… “ ¿Qué tan quieto?
Tan quieto que no te mueves, no palpitas, no respiras. Palpitar es el movimiento elemental, la mínima señal de que estás vivo. Pon una mano en tu pecho, y siéntete “palpitar”. Cuéntalos en susurros: uno, dos, tres, en tu cuello, cuatro, cinco, seis, desaparece un instante como una advertencia, después se regresa, y sigues aquí.
Respiro, respiras, respiramos, respiras. Mientras duermes palpitas y respiras (soñar es aparte) y me gusta que respires. Esta noche, cuando aquellos a quienes quieres duerman, acércate con cuidado, escúchalos respirar. Estás cerca, cuando inhalan te respiran, y si exhalan los respiras, y es un vaivén involuntario, simbiótico, voraz.
Nos vamos a morir, eso es un hecho. Te vas a morir, algún día, pero ese momento para ti ya no importa, porque lo peor es para los otros (siempre sufren más los que se quedan). Ya en la caja o en la urnita no te muevas, pero mientras come, suda, ríe, muerde, llora y tiembla, no te estés quieto, ni un momento quieto… todavía no.
2 comentarios:
Gracias. A mi me gustó el d' los 3 días... nada más una pregunta: es con todo y noches?
ah claro, todos nos vamos a morir.. eso tenlo por seguro. Pero mientras haya vida hay que vivirla como si fuera el ultimo dia!
besitos maga
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