Como decía mi abuelita, en la mesa no se habla de política ni de religión.
Ni de futbol, debería de haber agregado.
Me rehúso a hablar de política en este blog. Estas elecciones me dan no sé qué, como tristecita.
Recuerdo hace seis años la emoción, el optimismo, mis ganas de votar. Ya dados los resultados, y con la victoria de mi ex gobernador, salir "al eje" a celebrar, con banderas y pancartas, como si hubiera ganado la selección el mundial, la avenida llena de coches tocando las bocinas, con sus bumper stickers de "HOY HOY HOY", todos euróficos y emocionados, porque no hay ciudad más foxista que esta, pero no sólo por inercia, sino por convencimiento, por resultados. Hay que ser idealista alguna vez, y si no se es mientras se es joven, ya nunca se fue.
Podría ponerme a dar mi opinión de todo lo que le falló, de que le hizo falta mano dura, de que maldita sea la hora en que se casó con esa mujer, de que no supo rodearse de la gente adecuada, de que hizo falta un Congreso que quisiera trabajar en conjunto en lugar de poner trabas, de que en honor a la verdad metió la pata en cientos de ocasiones.
Sigo siendo panista, pero simpatizar o pertenecer a cierto grupo político no debiera de nublarte el juicio crítico, no debe impedir que veas los aciertos y grandes errores. Tampoco podemos decir que todo fue malo, vivienda, estabilidad económica, deducción de la deuda externa son algunos de los aspectos positivos. Insisto, no hablaremos de política, no criticaré la intolerancia y extremismo de la izquierda mexicana, ni su populismo, ni a su candidato que de sólo verlo me provoca vomitar. Lo que sí admito me molesta es la gente que nada más lo apoya porque está de moda ser de izquierda, y con eso ya se creen intelectuales. No pretendo generalizar, tienen personas inteligentes, por supuesto, comprometidos y luchadores. Tampoco puedo aplaudir los grandes desaciertos de la derecha, ni hablar del partido que era el de siempre, se atascan en su propia suciedad. Lo único cierto es que ninguno ha hecho una campaña honesta, vergüenza sobre todos ellos y sobre todos nosotros. Pobrecito país, con una democracia tan joven y tan malograda, tan faltante de tantas cosas. Se debe de ir construyendo, con paciencia, con trabajo, incluso hasta con un poquito de fe.
La abstinencia no es una opción, y en mi opinión anular tu voto tampoco debería serlo, pero es una opinión, como todo el mundo puede tener una.
Tampoco creo que una persona pueda definirse por su afilición política, es como juzgar a alguien por ser mormón o pelirrojo o necaxista o yo qué sé.
Pero les decía que no hablaremos de política, porque de eso no se habla en este blog, a sugerencia del Angel, mejor hablemos de futbol... mañana porque nunca me ha gustado hacer post muy largos.
8 comentarios:
Mejor hablemos de ti....
¿vale?....
la neta si dan hueva estas elecciones. es discutible si es debido a las campañas de difamación y negativas. pero yo creo que si.
chale! lastima eres panista...
SIEMPRE EL MEJOR VOTO ES EL BLANCO, PORQUE CUALQUIER VOTO Q SE LE DA A UN POLÍTICO ES PERDIDO, SI AL FINAL AHRA TODOS SALVAN SU PROPIO CULO, ESO DE AYUDAR A UN PAÍS PORQUE SI ... JÁ MIS POLAINAS...
ANARQUÍA Y REVELIÓN
UN BESO
Las elecciones dan lástima...pero estoy deacuerdo contigo, el no votar no es una opción, luego se anda quejando uno de porque estamos como estamos.
Sabes como pienso acerca de los candidatos, todos tienen algo que me puede agradar y cosas que no, en este caso creo que hay que votar por el menos peor.
Saludos y besos preciosa
hey excelente post, ciertamente (fox dixit) concuerdo contigo en todo lo que dices, lo cual ya es raro
Cualquier modificación efectiva en la dinámica social no depende de un hombre, ni de un partido, ni de unas reformas panaceícas. El problema está en las estructuras, en los paradigmas sociales, en la idiosincrasia nacional. Mientras éstas no sean modificadas estamos condenados al reformismo, al pleito vecindal, las disputas mediáticas descerebradas.
Hay opciones, por supuesto. Siempre. Pero los precios son altos.
Como sea, rescatar lo último: lo peor es considerar un gesto, una afición, un convencimiento como un rasgo definitorio en una persona.
¡Y a mi sí me gustan los post largos!
Ja, ja.
Pues bueno, mujer divina.
Falta una semana para la elección y todo parece que ganará López Obrador.
Yo lo apoyo, y no por moda, sino porqué siempre he sido de izquierdas. Además, vivo en la ciudad de México y te puedo decir que el suyo fue un buen gobierno... no excelente, pero bastante aceptable.
Hay que darle una oportunidad a la izquierda. Cuando Fox ganó en el 2000, muchos zurdos -yo incluido-, desconfiabamos de él, pero también teníamos esperanza en que fuera un buen presidente... comenzó muy bien; acabó muy, pero muy mal.
Lo que te puedo decir, Maga, es que el epíritu de la democracia es, precisamente, el cambiar de opción y de proyecto de país si vemos que el que tenemos no funciona. Fox NO funcionó.
Si gana el PG, a ver cómo sale.
Y lo más importante: gane quien gane, seguimos Mexicanos.
Saludos.
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