De masoquismo y futbol

Hoy este país amanece triste después de que la selección pasa lastimosamente a octavos.

¿Por qué fuerzas superiores, por qué nos torturamos? ¿Por qué cada cuatro años anidamos la esperanza de que ahora sí vamos a partirle la mandarina en gajos a todos? ¿POR QUÉ?

Lo que pasa es que somos las novias maltratadas de la selección. Oh si.

Porque la selección es como ese novio que tienes al que amas con todo tu corazón, que te ha decepcionado una y otra vez, pero siempre lo perdonas y vuelves a creer en él, porque te jura que ha cambiado, que se ha renovado y tomado nuevos elementos para ser mejor para ti, que hasta cambió de psicólogo porque el pasado no le funcionada, y ahora sí, ahora sí le va a partir la madre a los demás novios para demostrarte que toda tu pasión y apoyo incondicional han valido la pena.

Y tú le crees, y ahorras para irlo a ver, y le echas porras, y hasta compras matching jerseys pa' que se vean bien coquetos juntos, y aunque te digan "es que no ha cambiado" tú crees en él con los ojos cerrados como diría la Trevi.

Primero ves que ahí va, que de verdad ha mejorado, que está logrando resultados y te tiene eurófica y extasiada cual orgasmo, y gritas y te diviertes y todas esas cosas tan bonitas de todas las relaciones. Pero poco a poco vuelve a la mismo, primero empata que es como cuando ya no te llama todos los días, y luego pierde como cuando lo encuentras besuquéandose con una güera en el antro... y piensas "Hijo de la chingada, pero si me las va a pagar, ahora sí va a saber quién soy, no vuelvo a creer en él y a dejar que rompa mi corazón, si ya me lo decía mi madre que ese cabrón no me convenía, que me ha engaña'o y mentido."

Pero llega y te dice que tengas fe, que sí, se equivocó pero que está arrepentido y jura por el Niño Doctor que 'ora sí va la buena, que contra el próximo novio que se enfrente te demostrará su amor y devoción, que no hay que quedarse con los errores del pasado, que hay que ver hacia adelante. ¡Y le crees! pero por supuesto a fuerzasss que sí, faltaba más, si tú lo amas y lo adoras más que la incondicional a Luis Miguel, aunque en el fondo de tu alma sabes que va a volver a cagarla, pero no importa, de veras que no, porque así los dos son felices.

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La verdad iba a ser un post serio de futbol, pero me gustó este enfoque jajaja. ¿Qué puedo decir de la actuación de ayer? Jugaron mal, pues sí, pero tampoco puede ponerse uno en plan de "vamos a matarlos, malditos mediocres perdedores", o sea, no es posible que un día antes pensemos en las semifinales y al otro día estemos deseando que ni siquiera pase pa' ahorrarnos la humillación.

Gran parte de la culpa de la mediocridad del futbol la tienen los medios, sobre todo Televisa y la piruja esa de Javier Alarcón (quien por cierto está en mi top 5 de personas a quienes colgaré cuando sea la emperatriz de esta nación) quien no tiene una pizca de talento y mucho menos de integridad periodística. A los jugadores les falta experiencia en el extranjero porque aquí los tratan tan bien que nadie se quiere ir.

Tanta especulación, tanto se dijo a partir del 3-1 que ya nos creíamos invencibles. No sólo le pasa a la nuestra, tanto inflaron a Brasil que yo pensaba "no manches, las fuerzas superiores nos amparen porque van a meterle 20 goles a todos los equipos, en una de esas hasta goles estilo matrix van a meter, ni Oliver Atom podría detenerlo" y naaaaaaaaaaaaada, o al menos, a mi no me ha parecido la gran cosa. Lo malo de tener tantas estrellas es que como todos son tan chingones no saben jugar en equipo, lo bueno es que aunque jueguen mal en cuanto uno de ellos se decida puede definir un partido.

Nuestra selección tiene que recurrir al juego de toque, al conjunto, no se puede ir por el pelotazo. Me parece tan injusto que critiquen tanto a Márquez cuando dió dos partidos previos espectaculares, sí se equivocó y en copa del mundo no puedes darte el lujo de fallar, pero también en qué cabeza cabe poner a uno de los mejores defensas centrales del mundo a jugar como medio de contención, se le veía incómodo, no sabía que hacer con el balón. Lo que me encanta de Márquez es que, a diferencia de muchos jugadores de su nivel, le entra con todo a las jugadas, no es de los que se estén cuidado de ay que no me lesionen, ay ay en la cara no; él pelea la pelota con todo, al golpe, la barrida sin ponerse a pensar cuánto vale cada pierna sino cuánto desea ganar.

Para serles sincera, jamás entendí la convocatoria de LaVolpe, se me hizo toda una mezcolanza, desde el nuero incómodo, pasando por el maza Rodríguez que nunca ha tenido clase ni ganas ni talento ni nada y ni siquiera debería jugar en primera división, hasta el Guille Franco que simple y sencillamente ha dado vergüenza, dedicándose únicamente a equivocar balones y facilitar las llegadas del adversario. Torrado, después de un mundial donde mostró clase y temple, ha estado muy por debajo de su nivel.

Eso sí, aplausos a Oswaldo y a mi paisano Kikín, a quien realmente nunca le he visto mucha ténica, ni siquiera talento, es un tipo suertudo que deja el alma en la cancha, y eso cuenta mucho más que un Jared que se cree muy chingón y nada más no la hace. Lo único que no entiendo es porqué dicen que es guapo, no lo es, neta, yo lo conozco y es bastante feo, simpático, pero feo. Lo que sí le aplaudo a LaVolpe es llevar a gente joven como Guardado, Ochoa y el mismo Bravo, porque aunque no jueguen (en el caso de los dos primeros), ya se van fogueando en experiencias internacionales.

Lo que sí no soporto son sus corbatas. A la mujer que se las diseña habría que lapidarla.

Por otro lado, y en cuanto a la afición, cuando se habla de futbol y selección hay de tres sopas: los aficionados pasionales con promedio de 5 microinfartos por partido (como yo, además como mi abuelito ya no está tengo que hacer corajes por él), los que odian el mundial y a la selección y la publicidad y están como nenas quejándose por un evento que no dura ni un mes y es cada cuatro años, y los que lo toman con filosofía y se divierten y ven los partidos pero no terminan con el corazón hecho tiritas.

Yo les diría a todos los seudosuperiores de intelecto detractores del mundial, dejen de lloriquear y de estar de amargosos criticones y disfruten la fiesta del futbol, porque si hay algo que no logran los gobiernos ni las democracias ni los tratados es unir al mundo en un sólo evento, donde por unos días todos estamos entusiastas y contentos y de buenas porque tenemos fe en el equipo de todos. ¿Que somos malos? Eso es lo de menos, para un pueblo como el nuestro, con tantas carencias, con tan poca esperanza de tantas cosas, el futbol despierta pasiones.

Nos despierta y ya.

Y es que en algo hay que tener fe, aunque sea en el futbol... o sobre todo en el futbol. Además, el rush de adrenalidad que sientes cuando meten un gol no se compara con nada, porque es instantáneo, es de todos, es pasión.

Deberían contratarme para hacer "el color".

Aunque igual por lo que les pagan a los jugadores no sólo deberían de ganar la copa del mundo, sino además resolver el conflicto en Chiapas y lo de las muertas de Juárez.

En fin.

Mi nombre es Liliana y soy una novia maltratada de la selección.