Flats

Alguna vez lo tuve en el momento precio, en la posición precisa, en el tiempo preciso, con luna, aislamiento, oscuridad, disposición y mucho deseo de su parte (del reprimido que es mejor).

Y si he de ser sincera dije no por muchas cosas, por no darle el gusto al otro pendejo de decir "ya ves como si es", y por ella... maldita la hora en que la conocí a ella y me cayó tan bien.

Aunque he de confesar que lo que realmente me costó trabajo, lo que casi me convence no fue que él realmente me importara, no fue la comprensión, y mucho menos fue la certeza de que en otro momento hubiéramos sido; no fueron las pláticas, ni los chistes, ni la convivencia, ni los recuerdos, ni que yo de hecho sintiera algo por él (y viceversa).

Lo que realmente me costó trabajo fue dejar de observar esa erección tan perfecta, de verlo boca arriba con una firmeza desafiante y no subirme encima. Eso señores se llama voluntad.