Shhhh

Dentro de mis blogs de diario está el de mi amigui adorada perra malnacida Lucía (te quiero locaaaaaaaaaaa), dando el rol vi que me dejó un mini meme de contar 5 secretos míos, y me puse a pensar "mmm... pero, ¿qué secretos puedo tener que no le haya ya contado a mi blog? ¿Qué puedo poner si todo lo que me pasa lo escribo aquí?"

Y la neta no se me ocurrió nada, ja... así que mejor le platiqué a mi blog lo de que mi cuentista ronca y de que no me deja divertirme ni tomarle fotos a sus genitales.

Total que hoy mientras me bañaba empecé a pensar (porque toooooodos sabemos que en la ducha es cuando muchas de las mejores ideas se nos ocurren, cuando le encuentras la firma al pagaré, la causal al divorcio, etc.) en eso de los secretos, y entonces recordé tres secretitos que tengo empalados en lo más oscuro de mi memoria, no me gusta acordarme de eso, al menos de dos... y del tercero no me acuerdo no por mi, digo, me importa un carajo, pero creo que hay cosas que si no se dijeron en su momento, ya no tiene caso después, y esta en especial nunca tuvo caso, fueron cinco minutos de mi peor juicio.

Y entonces me di cuenta de lo poco personal que resultas a final de cuentas querido blog, lo poco que sabes de mi a pesar de que te cuento mis días, de que vacío mi cabecita en el teclado pa' que aparezca en el vestidito que es tu template (iba a poner "... para que sea el estampado del vestidito que es tu template" pero me hice vomitar un poco).

Lo que debes tener en cuenta adorado blogsito es que siempre he sido honesta contigo, te he llenado de verdades, de cuentitos de mi vida, de oraciones importantes, crípticas e inentendibles de repente, llenas de subjetividad por supuesto, pero muy mías y muy ciertas y muy mías otra vez. Y es que cuando me metó en equis post de equis mes me acuerdo :)

Ciertamente, nunca he puesto nada por lo que no esté dispuesta a responder. Puedo lidiar con todas y cada una de las afirmaciones aquí plasmadas en caso de que personas "no adecuadas" las llegasen a encontrar.

Los tres secretitos esos no te los voy a contar, son mis esqueletos favoritos (conocidos únicamente por los demás implicados, aunque es bien sabido que cada quien recuerda las cosas en su propia versión, que puede ser muy diferente de las demás versiones, pero igual de válida e igual de cierta para el sujeto en cuestión), y guardados en mi cabecita están muy bien. Como dicen, el secreto mejor guardado es el nunca dicho.

Además, algo tengo que guardar nada más para mi.

En fin, pero para que veas cómo te quiero, he buscado 5 secretos vergonzosos para que te burles con confianza:

1. Todavía hace como un año, si tenía pesadillas, me pasaba a la cama de mis papás a dormir.
2. Lloro con las películas, no importa si es Titanic, Salvando a Nemo o Los amantes del círculo polar, soy bien cursi.
3. Tenía (¿o tengo?) un vouyerista a quien le cumplo bastantes caprichitos.
4. Cuando éramos niñas mi hermana y yo y peleábamos, como siempre fui la buena, en algún punto tomé conciencia de ello y aunque yo hubiera empezado, cuando llegaba mi mamá a regañarnos le decía que mi hermana tenía la culpa y siempre me creía. Entonces me volví la mala supongo.
5. Antes modificada mi ruta para pasar por su casa cuantas veces pudiera, ya no... pero cuando por casualidad me toca volteo a ver si lo veo.

Ahora vamos a contarnos secretitos todos, aunque sea uno, ¿va?