Mis caderas mentirosas

Y justo cuando creía que no podía pasarnos nada peor que el regreso de la pantiblusa, ¡sopas! que le pongo a MTV y que veo a Belinda en su más... am... híjole, es que no hay palabras... ridícula actuación, porque o sea, ya no sólo cree que canta, no, ahora cree que es rockera, y canta con Allison (otros pobres ingenuos que se creen acá bien heavys), haciendo un cover de la canción más profunda y reflexiva que ha hecho Shakira en toda su carrera, "Hips don't lie" (osease, que las caderas no mienten... ajam... mmm.... si de hecho el lenguaje universal no es el esperanto, sino el belly dancing) y no no no... esto es pricessless: ¡¡¡Rompe una guitarra en el escenario!!! ¡¡¡WOW!!! No manchen, eso deberían censurarlo, no es buen ejemplo para la juventud que la aprendiz de meretriz más narizona de México ande alborotando así, no no no, dios dios ¿hacia dónde va la juventud?


¿Qué onda con los "artistas nuevos" de hoy? Ya cualquier cuarteto de geeks se aprende el círculo de sol, buscan el nombre más clichesco que se les ocurre (Motel? C'mon!), se disfrazan como anuncio de Diesel, se ponen un piercing en la ceja, compran calcomanías de tatuajes y gel de ese extra fuerte, ¡y ya! Se creen rudos y roqueros y lo que es peor: ¡¡¡TALENTOSOS!!! O sea, que no tienen a su lado a algún alma caritativa que les diga: "ay corazón... mira, tú no cantas, mucho menos tocas y de componer mejor ni hablamos" Neta, ¿que sus madres no los quieren?No se dan cuenta de que alteran el orden natural del universo, lo cual sin duda desatará la ira de la madre tierra, llevándonos a una serie de desastres naturales que acabaran con el mundo como lo conocemos...

Ahorita me vino a la mente RBD, pero eso es como un algo muy aparte que causa la ira de los dioses de solo elucubrarlos.

Total que, OBVIO, terminando la memorable actuación de nuestra adorada cómplice al rescate wannabe de otra superproducción apellidada Lavigne, me dirigí a toda la velocidad a la iglesia más cercana para pedir perdón por los pecados del mundo occidental.

No, no me lo agradezcan, yo también los quiero.