De cómo un one night stand perfecto se convierte en un ¿por qué soy tan débil, Señor, por qué?

Pues les contaba que estaba yo bailando con el monito... y ya saben, que empieza el reggaeton... ¡y a bailaaaaaaaaaaaaaaaaar! jajajajaja No es cierto, no se crean, jajajaja Total que no sé qué me estaba diciendo y se me acercaba y me tomaba por la cintura, y todo el ritual ese digno de Discovery Channel (y podemos observar cómo la hembra mueve los ojos hacia arriba y sonríe, dando con esto la señal al macho de que puede acercarse, fase primordial en esta fascinante etapa del cortejo...)

De ahí nos fuimos a casa de uno de los amigos al after, y bailamos más y creo (creo) que platicamos; salimos a fumarnos un cigarro (ajá, sobre todo porque el 80% de los presentes estaban fumando). Empezamos a darnos unos besillos, para esto, yo ya había decidido que esa noche tenía que tranquilizar mis demonios internos, y esta cosa tan linda iba a servirme de catalizador (soy una romántica incurable), pero ya saben, hay que dejarlos que crean que ellos te convencen, por aquello de su autoestima y para no alterar el orden natural del universo. En eso, me pone contra una pared, me desabrocha el pantalón (tranquilícense, eran como las 3, ya no había un alma en la calle, malditos puritanos), y pensé... ok, ok, me convenciste.

Entramos a la casa, y es de todos sabido que el arte de la desaparición es algo que he perfeccionado a lo largo de los años. Nos metimos a uno de los cuartos, y bueno, no voy a ponerme gráfica porque mi vibrador no tiene pila, pero recordemos que he andado arañando las paredes en estas últimas semanas, y bueh, digamos que lo necesitaba, legítimamente. Tengo que darle un poco de crédito al monito este, nadie jamás me había regañado en la cama, golpeado, ahorcado, gritado, tal vez, pero regañado, neveeeeeer. Bueno, pues estaba yo muy en lo mio, muy concentrada, sintiendo ese nerviesito que me recorre la espalda, cuando se para en seco (estuve a 3 microsegundos de clavarle un arete por semejante falta de educación) y me dice "¿Por qué te quieres venir? Si estamos pasándola tan bien" ¡Cómo que por qué pedazo de pendejo! ¡¿Cuál crees que es el propósito de todo esto?! Es decir, no estoy desnuda, a las 4 de la mañana, con un cabrón encima de mi nada más porque estoy comprobando las leyes de gravedad del universo. Les digo, cualquiera hubiera pensado que con la broma cósmica aprendí la lección, pero nooooo, está muy claro que yo no entiendo a la primera, les sigo contando.

Total que ya estábamos en la etapa de la platicadita, y me dice "Bueno, ¿y tú a qué te dedicas?" Súper bonito el asunto, con la súper conexión espiritual, creo que es mi alma gemela. Entonces yo le dije "Te apuesto lo que quieras a que no te acuerdas de cómo me llamo"... ¡Y que no se acordaba! jajajajaja claro que me dio mucha risa, yo sé que muchas en mi lugar se hubiera ofendido, pero a mi me ha pasado que no me acuerdo, es algo humano, entonces le dije "O sea, me acabas de coger y no te acuerdas de cómo me llamo" y se puso roooooojo rooooojo y se quería meter abajo de las cobijas, fue graciosísimo. Aquí les voy a omitir una anécdota graciosísima que muero por contarles, pero sería demasiado obvia para los asistentes.

Estas cosas sólo me pasan a mi.

Insistía en que me quedara a dormir, por supuesto yo me vestí, me subí a mi carro y me fui (además me estaba ya quedando dormida, sigo sin entender esa manía de ponerse a platicar, ¿que no les da sueño?). De camino a mi casa fuimos platicando por el radio, y cuando iba a llegar se me acabó la pila y ya no lo cargué hasta el otro día, y como a las 12 me marcó y equis. Y todo IBA BIEN, de verdad, era perfecto, porque el monito tiene una cualidad inmejorable: vive lo suficientemente lejos como para no tener que volver a verlo si no me da la gana, y lo suficientemente cerca como para una visita conyugal de fin de semana. Todo estaba perfecto, de verdad que sí, hasta que más tarde me marcó para despedirse, yo le dije algo así como "ah pues que llegues muy bien, duermes rico", y me contesta con una frase que debe inscribirse con letras de oro en el manual del hombre conquistador, tesoro de la literatura moderna que no debe faltar en ninguna película romántica: "No voy a dormir bien, porque ya no puedo después de haber estado contigo"

AHHHH NO MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Jajajajajajajaja aaaaaa, reí como media hora, cuando corté, claro. Ya después platicando con mi amiga, ella me decía que a lo mejor había tratado de verse decente con tantas llamaditas, y con su frase ganadora, la única pregunta es ¿a qué hora yo le pedí que fuera decente? O sea, hello! Es muy muy OBVIO que eso de tratar de hacerse el que no fue nada más un acostón no va conmigo, dejando de lado que la pose de "yo no soy así" no me va ni me interesa. Es decir, sí me lo ando cogiendo un rato porque me gusta, pero de ahí en fuera, involucrarme con alguien ahorita como que no, ceroquemeinfluyaynadaquever. Dice mi amiga que los hombres en general no están acostumbradas a mujeres como yo ¿será? Hasta pensé por un nanosegundo que soy medio disfuncional, por supuesto descarté la idea de manera inmediata.

Aunque como dice otra amiga, malo si te habla, malo si no te habla, ja.

Ironías del universo. En fin.