miércoles, enero 04, 2006

Pues a la hora de la hora, naaaaaaaada

Pues resulta rebrinca y rebota mi querido Auditorio que casi casi me les voy... me les iba porque estuve a punto de ennoviarme con uno de esos que sí me convienen, y nada más para que no les caiga de sorpresa les comento que el día que me enamore este lugar se convertirá en un sitio lleno de flojera y globitos y estrellas y arcoiris y harta harta felicidad, y todos vamos a sentirnos vomitivos y nauseabundos porque enfrentémoslo, el amor nos vuelve cursis, y yo enamorada soy un asco, hago cartitas y pasteles y blow jobs y los acompaño a ver el fútbol y hago todo lo que mi amorcito diga; así que por el bien del bló, no quiera el dios del huerto de las sacrosantas carmelitas sin pantunflas del sagrado corazón que eso ocurra pronto (porque cuando ocurra va a ser tan rápido que ni lo vamos a sentir, así como debe de ser cada una de las pequeñas muertes de todas las cosas, aunque uno lo vea venir).

Pues les contaba de este muchacho (como les dice mi papá a todos mis novios/pretensos), que es todo buena gente, y me dice cosas bonitas y princesa y gorgeous y de eso que siempre me ve preciosa (si tampoco estoy tan loca, de repente también me gusta que me traten bien), me esperó ahora que me largué a conocer las Españas y a los españoles (defraudando a todas mis amigas que juraban que me la iba a pasar de cama en cama y ¡mocos! nada de nada, por miedosa, imagínense que en lugar de llaveros les llego con un nieto a mis papás... no no no, o como diría mi amigo Ricardo "que les traiga un abanico, para que vean que su nieto aunque bastardo no es malagradecido"), no sé, mil mil detallitos, sobre todo la paciencia, dos años de estar ahí a ver a qué hora se me da la gana voltearlo a ver (cuando se obsesionan conmigo, es una cosa malsana, el récord lo tiene el que 7 años después todavía cada que me ve me suelta el rollo barato de que "tu no me crees, pero tú vas a ser la madre de mis hijos")

El caso es que este niño me cae que lo hizo todo bien, pero a la hora de la hora no se termina de aventar. El otro día estaba yo en su casa, ya me venía, me acompañó al coche y de eso que sientes que te quiere besar, tienes esa cosquillita en la entrepierna que te avisa que algo va a suceder, sientes "la" advertencia en tu espalda, y naaaaaaaaada! nada de nada de nada. Puedo entender que a nadie le guste el rechazo, como me decía un día un ex "es que ustedes la tiene más fácil, es un sí o un no, pero a ver, aviéntate buscando esa respuesta? ¿Verdad que no es tan sencillo?" Pues será el sereno, estamos de acuerdo en que si ya estaba yo ahí, y no lo había empujado ni le había escupido en la cara, no estaba yo en total negación, ¿por qué no me besó entonces? Sigo sin entenderlo. Total que decidí que si no tienen los cojones para atreverse a darme un beso, no me sirve de nada que me diga que quiere todo conmigo, o será muy tímido? Bueno, eso se avisa carajo! A ver díganme, quién los entiende? Y luego ahí están diciéndome que soy una cínica y que cómo es posible que todos me parezcan unas nenas, que por qué le huyo a los que me tratan bien (esto tiene una explicación muy lógica, materia de otro post) y yara yara yara. Ah si! total que no voy a andar con él, digo, por si alguien me seguía poniendo atención.

3 comentarios:

PL dijo...

Quizas tenia mal aliento... hay que pensar todas las posibilidades y otra cosa, de mujer a mujer, basta de esperar, ¡besalo vos! como crees! revolucioooonn, chale!

andro dijo...

Si no pasó, es que no tenía que pasar. Uno besa a alguien porque es inevitable, porque no se puede evitar.

Claro que hablo de besos de verdad, no de ésos que se dan por aburrimiento o metidas de pata.

LaMaga dijo...

No mames wey! cómo crees que lo iba a besar yo! Ya ni la chingas! jajajajaja Bueno, ya en serio no lo besé porque nunca hay que ponérselas demasiado fácil porque pierdes Pacha, o qué? Bueno, sale bye vales mil te cuidas luego nos echamos un phone para ir a echar coffee! Nunca cambies! jajaja

Para variar voy a coincidir contigo Jinete, pero a veces pasa que parece que es y de repente no es y ahí es cuando una se desconcierta.