Los abrazos son terapéuticos, más que los besos

La falta de memoria de mi compu ha privado al mundo de mi primer y único videopost. Gran pérdida para la humanidad indeed.

En otras noticias, ya tengo novio de nuevo. No es un novio nuevo nuevo, nada más el mismo otra vez. Soy tan débil. Me salió la salvadora de ángeles caídos que todas llevamos dentro.

A todos, e incluso me atrevería a decir que sobre todo a las mujeres, nos gusta componer, cuidar, remendar, rellenar. Como cuando juegas a las barbies y tu hermana le rompe la cabeza a una de ellas y tú se la pegas enrollándole maskintape en el cuello. Los ves como niñitos a los que no les enseñaron a querer y tú los quieres y de paso lo enseñas. Les diría que es síndrome de la hermana mayor pero mi hermana es igual. La diferencia es mi tendencia a ceder.

Mi temple durante las discusiones asusta.

Lo cierto es que nunca los compones porque no puedes esperar que una persona haga las cosas por tí, debe hacerlas por sí misma y sin que tú se lo digas. Como siempre he dicho, yo no soy su madre para lamerle los raspones. Sí soy la mujer que ama y que lo abraza por las noches y por las tardes y por las mañanas.

Es una decisión mía no volver a caer en una relación de esas destructivas. Es decisión mía engañarme de una manera tan bonita. Me caigo tan bien.

No hay de qué preocuparse, pronostico propiciar pelea breakeadora el viernes, todo sea por la selección.