sábado, julio 29, 2006

Tengo que dejar de intentar sacarle el demonio interno

Lo único que voy a conseguir es que un día de plano me meta una verdadera madriza. Le diría a mi madre que me maltrata, por supuesto, a los papás hay que mentirles para protegerlos del mundo.

Me duele todo el cuerpo, todito, hasta las uñas de los pies. Sigo sin encontrar mi cámara, lo cual me privará del morboso hábito de tomarle fotos a mis constancias de guerra.

Insiste en que le voy a poner el cuerno. Ya le prometí que no se va a enterar. Soy increíblemente considerada (hasta eso no me contestó como la vez que le dije que era la novia más comprensiva del mundo, y que me dijo que yo no era comprensiva, que me ponía en ese papel para poder decirme a mi misma que lo era. Algo así).

Tampoco es que sea una mujer infiel, nunca lo he sido, al menos en el estricto sentido de la palabra. Repito, debo terminar de despegarme de mis vicios personales con nombre propio, más que contadísimos a últimas fechas, aunque con eso de que se me aparecen en sueños me lo ponen más difícil (por cierto, te prohibo terminantemente que finjas ser hermano de una amiga, te aparezcas en mi casa, almuerces con mi mamá, me cojas y todavía me critiques que siempre estoy ojerosa. Curioso que puedas señalar mis defectos y me cause poco menos que nula reacción. Ojalá te atrapen los de la mansión y te torturen corazón).

Sigo teniendo prisa, y él no ha cumplido su promesa de quitármela, cada vez se hace más a mi modo y menos al suyo. Mi modo es más divertido.

Sin embargo, debo admitir que es la primera vez en mucho tiempo que comparto cama con alquien que de hecho me importa.

Confesaré que siempre me ha dado flojera platicar después del sexo, una de dos: o me da sueño y no tengo ánimos de escuchar a la otra persona hablar de sus sueños y aspiraciones, o tengo cosas que hacer, así que mi único deseo es fumarme un cigarro mientras me visto para irme. No suelo dormir con ellos porque necesito espacio para mis pesadillas. En cambio me urge dormir con una mujer, a ver si por fin logro poner equilibrio a mi temperatura, y para poder decir en pláticas futuras "ah si, pues cuando yo era lesbiana..." Chiste local (lo de las pláticas nada más).

El caso es que he llegado incluso a disfrutar su cuerpo eternamente caliente fungiendo de cobija. Nunca me había reído tanto con alquien bajo esas circunstancias. Afición al cigarro la tenemos los dos, y he llegado incluso al cliché de usar su camisa cuando voy al baño y está haciendo frío, y es que estando con él de repente se me desdibuja hasta el clima.

Menos mal que los "grita zorra" salvaguardan tantos "te amo" de caer en rutina.

7 comentarios:

Mike dijo...

Guau... speachless. Solo puedo agregar algo... tambien tengo imposibilidad para seguir en la casa despues de... pero creo que en nosostros es más común.

Gerson Obrajero dijo...

Creo que de tanto que te dice, un día si se los vas a hacer, caray, que te tenga un poco más de confianza... :)

Y creo que propuestas de mujeres no te faltan...

Horus dijo...

Tengo tantas ganas de cobijarme con la piel de mi amada esta noche!

X dijo...

usted si que sabe... ^^

espero que cuando no sepa invente todo ja!

Anónimo dijo...

Yo creo que "grita zorra" es un "te amo" en el chino mandarin.

Aunque sinceramente creo que eventualmente "tu manera" llevará a la rutina aunque grite "pegame mas zorra" y su camisa huela a tu perfume.

Siempre aburre lo que nunca cambia.

Julio dijo...

"Menos mal que los "grita zorra" salvaguardan tantos "te amo" de caer en rutina"

jajajaja estubooo buenisimo

Anónimo dijo...

Mhm.

Estoy escuchando a Compay.

Conozco unos tipos de una 'mansión' guanajuatense llena de leguleyos que sí harían algo así.

Después del coger... no recuerdo que hago. Supongo que es buena señal.

Ahora está Diana Krall.